GÁSSER, Luis: Estudios sobre Fernando Sor / Sor Studies. Madrid: ICCMU, 2003.
Reseña aparecida en el número 5 (mayo de 2007) de la revista Hispanica Lyra, publicación de la Sociedad de la Vihuela.
Luis Gásser (ed.)
Estudios sobre Fernando Sor / Sor Studies
Colección Música Hispana. Textos. Biografías
Instituto Complutense de Ciencias Musicales, Madrid, 2003
(579 páginas. 30 euros)
ISBN 84-89457-31
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Seguramente ya, desde la perspectiva que nos permite el siglo XXI, nadie pondrá en duda que la figura de Fernando Sor es una de las más representativas, si no la más importante, de la primera mitad del siglo XIX, dentro del específico ámbito de la guitarra. Sor recogió la concepción técnica y la utilización que del instrumento se hacía a principios del siglo, y las fundió y transformó en el crisol de sus conocimientos, intuiciones y necesidades musicales. Como resultado, en años posteriores, la técnica del instrumento y la idea que de éste se tenía evolucionaron hacia cotas que harían posible que la guitarra sobreviviese durante todo ese siglo y llegase a instalarse, gradualmente pero con suficiente peso, en el panorama musical del siglo XX.
Pero esta contribución de Sor a la evolución de la técnica y del concepto de guitarra no se llevó a cabo a través de planteamientos didácticos u opiniones fundadas como las que podríamos encontrar en su método publicado ya muy al final de su carrera (París, 1830), sino que tuvo lugar progresivamente y a través de las obras musicales —también de algunas con intención didáctica— que Sor escribió para el instrumento. De forma en cierto modo similar a lo que ocurriría en el siglo XX, cuando compositores no guitarristas comienzan a crear un repertorio para el instrumento, la música que Sor escribía para la guitarra puso de manifiesto la necesidad de evolución que la técnica guitarrística tenía —especialmente en cuanto a la mano izquierda— para abordar nuevas texturas, densidades y armonías. La obra guitarrística de Sor hace evolucionar los planteamientos del instrumento porque se diferencia del resto del repertorio al que en la época accede la guitarra, un repertorio casi en su totalidad escrito por guitarristas. La diferencia entre Sor y sus colegas radica en que éste, sin dejar de ser guitarrista, es un músico con formación y producción que va mucho más allá del ámbito de la guitarra. Es esta producción la que hasta el momento nos resultaba muy difícil poder conocer y estudiar y que desde hace poco tenemos mucho más cerca gracias a trabajos como el que aquí comentamos.
Desde los datos ofrecidos en vida de Sor en la Encyclopédie pittoresque de la musique (Ledhuy y Bertini, París, 1935), muchos de los cuales parecen aportados por el propio músico, y pasando por lo que seguramente podría considerarse como el primer intento biográfico en relación con Sor llevado a cabo en el siglo XIX (Fargas y Soler, Revista de Cataluña, 5, Barcelona, 1862), han sido muchos los trabajos sobre la figura del guitarrista —Saldoni, Rocamora, Sasser, Jeffery, Olcina, Mangado y otros—, y algunos se han ocupado también de su obra, pero en cuanto a esta última, justo es reconocer que los autores se han centrado en la producción guitarrística y han prestado escasa atención al resto de los trabajos del compositor catalán.
Estudios sobre Fernando Sor, viene a sumarse a toda esta bibliografía previa. Es más, casi cabría decir que viene a ordenarla, corregirla, complementarla y a llenar sus lagunas. Porque lagunas existían, desde luego, y bien profundas en relación con la obra no guitarrística de Sor y con el análisis y valoración de toda su obra en general. Coordinado en su totalidad por Luis Gásser, promotor y gestor de la idea de este libro, el volumen es la suma de diferentes estudios, cada uno de ellos constituyendo un capítulo del libro y redactado como artículo independiente. Treinta y un autores distintos. El mismo número de estudios, dos de ellos —ambos de sumo interés— ya publicados previamente en revistas guitarrísticas. Cuatro idiomas diferentes (catorce artículos en español, quince en inglés, uno en francés y uno en italiano). Siete áreas de estudio (Biografía, Música escénica, Música orquestal y coral, Canciones, Música para guitarra, Música para piano y Organología).
La intervención del editor se constata, además de por la redacción del prólogo, en algunas notas al pie, numerosas aportaciones y un par de páginas sobre la reina María Cristina (y la carta e himno que Sor le dirigió), pero su acertada mano se intuye a lo largo de toda la obra, especialmente en cuanto al formato de cada uno de los estudios. Dos virtudes de este libro serán también atribuibles a su editor. La primera, que de algún modo ya hemos sugerido, tiene que ver con la elección de los temas a estudiar. La gran mayoría de los artículos se concentran en las distintas parcelas de la obra musical de Sor, y algunos de ellos lo hacen con profundos análisis que marcan una diferencia con el anterior tratamiento dado a este tema en las contadas ocasiones en que esto se ha producido. A diferencia de lo que puede leerse en dos comentarios ya aparecidos que tratan sobre este libro, calificando los artículos de análisis de farragosos o extensos, la lectura atenta y completa de los trabajos contenidos en Estudios sobre Fernando Sor nos ha llevado a la conclusión contraria: que son precisamente esos artículos los que marcan la diferencia, que el hecho de que el libro se centre fundamentalmente en la obra de Sor, aportando en varios casos extensos y minuciosos análisis, permite al lector acceder a aspectos hasta el momento no estudiados, y le invita a ampliar o modificar la visión que se tenía de Fernando Sor, viajando desde la idea del guitarrista-compositor a la del compositor-guitarrista.
La segunda de las virtudes a las que nos referíamos no es otra que la elección de los colaboradores. Aunque no faltan los especialistas en la figura del músico —Jeffery, Ophee, Olcina, Mangado—, para los estudios relacionados con la obra de Sor no se ha elegido a especialistas en el personaje, sino en la materia o en el tipo de obra a estudiar. De este modo, no sólo se evita en gran medida la tentación de alejarse de la objetividad, sino que se ayuda a situar los diferentes tipos de producción musical de Sor en su justo lugar, de la mano de autores que conocen bien cada uno de ellos.
Los aspectos biográficos de Sor quedan bastante bien cubiertos. Josep María Mangado (Fernando Sor: Aportaciones biográficas) añade a sus anteriores trabajos, gran cantidad de datos biográficos nuevos sobre los antepasados de Sor y pasa revista a las vicisitudes del músico durante la Guerra de la Independencia y a su estancia anterior en Barcelona. El estudio de Richard Long (Fernando Sor’s Funeral March for Tsar Alexander I) que, por su título habría de encuadrarse en alguna de las secciones de los Estudios que se dedican a las obras musicales, tiene su lugar aquí entre los aspectos biográficos porque en realidad se centra sobre todo en describir la figura del Zar y la situación existente en la Rusia a la que llegará Fernando Sor. La estancia de Sor en Rusia es tratada también por Matanya Ophee (Fernando Sor and the Russians). Ophee —a quien nunca le será bien agradecida su eterna lucha en contra de los mitos y leyendas que enturbian, confunden o distorsionan los verdaderos hechos— cubre en su estudio, a través de una búsqueda realizada especialmente en la prensa rusa, los movimientos de Sor en la tierra de los zares, dando a conocer nuevas noticias sobre actuaciones, programaciones de sus ballets e, incluso, acerca de la interpretación de una obra para violín escrita por Sor de la que nada sabíamos. El artículo incluye también un estudio sobre la influencia que la música de Sor tuvo en la de algunos guitarristas rusos. El estudio de Emili Olcina (Fernando Sor como demócrata revolucionario: Trasfondo político de sus canciones patrióticas) responde con creces a lo que su título promete, permitiendo al lector conocer cuáles debieron de ser las actitudes, posiciones y sentimientos de Sor en relación con los sucesos políticos en los que se vio inmerso. Resulta especialmente interesante el análisis y glosa de fragmentos de la letra de la canción Adónde vas Fernando incauto, texto original de Sor, a través de lo cual se muestra la posición y opiniones del compositor que, una vez perdida la esperanza y en palabras de Olcina, es “un afrancesado que conserva intacta su adscripción a la causa patriótica independentista española”.
Seis de los capítulos abordan la música escénica. Benet Casablancas (El ballet Alphonse et Léonore: Observaciones analíticas) sitúa el marco estético e histórico en el que se encuadra este ballet de Sor y procede a un detalladísimo comentario de la obra desde distintos aspectos y a un minucioso análisis de la obertura. Michael Christoforidis y Elizabeth Kertesz (Cendrillon, Cinderella, and Spectacle: Insights into Sor’s most successful work) se ocupan de situar Cendrillon en su marco londinense y en la estela de la Cenerentola de Rossini. No falta aquí tampoco el análisis de diversos aspectos de la obra, incluyendo su estructura formal. El otro ballet entre los tres de Sor cuya música ha llegado hasta nosotros es analizado por Ramón Sobrino (El ballet Hercule et Omphale). Josep Dolcet (La producción de Sor para la escena española) se ocupa de la producción teatral del compositor, de la que sólo conservamos música de dos obras, el melodrama La Elvira portuguesa, identificado y localizado por el autor, y la ópera Telémaco. Dolcet ordena, poniéndolas en su lugar y ampliándolas, las informaciones que hasta ahora teníamos sobre esta ópera y su estreno en 1797, que nunca fueron del todo fiables y casi siempre algo noveladas. Esta sección del libro se complementa con otros dos trabajos. Uno, el estudio de Sandra Noll Hammond (Sor and the ballet of his time) que repasa muchos de los aspectos del ballet en la época en que Sor trata este género, engarzando admirablemente en este entramado razones y datos concretos presentes en los ballets de Sor. Otro, la reimpresión del pionero artículo de Marc Van de Cruys (Concerning two ballets by Sor) ya publicado en la revista Soundboard (vol. XVIII/2, Summer 1991).
De la música orquestal y coral se ocupan seis autores. Ramón Sobrino (Tres sinfonías de Fernando Sor) da cuenta de tres obras orquestales atribuidas en los propios manuscritos al Señor “Sort”. Sobrino analiza estas tres sinfonías que, al ser comparadas con la otra obra objeto de estudio por el mismo autor en este libro —Hercule et Omphale—, muestran un lenguaje musical diferente aunque determinados rasgos comunes, lo que hace imposible su atribución a Fernando Sor con total seguridad. Otra obra con alguna dificultad a la hora de ser atribuida a Sor es la estudiada por Josep Dolcet (El concierto para violín y orquesta en sol mayor). Dolcet pasa revista a la relación de Sor con el violín y realiza una descripción del concierto, obra cuyo manuscrito se conserva actualmente en Viena y cuya portada, en italiano, atribuye la autoría al Signore “Sors”. La contribución de Marcos Bosch (Un fugato de Sor con ecos mozartianos: La obertura del ballet Hercule et Omphale) se realiza mediante un pormenorizado análisis a través del cual se pretende transmitir una cierta imagen sonora, así como el estilo y carácter de la obertura de Hercule et Omphale, estableciendo paralelismos entre esta obra y la obertura de La flauta mágica. Jordi Rifé (Los motetes de Fernando Sor) estudia y analiza los cuatro motetes de Sor que se conservan, el último de los cuales —manuscrito en la catedral de Málaga— es más ampliamente estudiado por Roger Quin (Sor’s Motete al Santísimo Sacramento: A Motet in time of war) al tiempo que, introduciendo una publicación de Joaquín Murguía, organista y amigo de Sor, muestra la más que posible función de exaltación patriótica que la elección del texto de este motete por parte de Sor pudo tener. Cierra esta sección el estudio de Josep María Vilar (Tres composiciones seculares para voces y acompañamiento orquestal) en el que describe y analiza tres obras vocales de Sor: Draps y ferro vel, la Cantata dedicada a la Duquesa de La Albufera y el Himno enviado a la reina María Cristina.
En cuanto a la música vocal, Brian Jeffery (Sor and the seguidillas boleras form), consagrado especialista en Sor y primer editor moderno de sus seguidillas, estudia los aspectos formales de este tipo de danza-canción, así como su evolución entre los diferentes momentos en que Sor cultivó este género. Las obras vocales italianas son estudiadas por María Encina Cortizo (Arietas y duetos italianos de Fernando Sor) mediante un completo aparato analítico junto al que no faltan datos históricos y paralelismos. La capacidad de Sor en el manejo de la técnica imitativa queda de manifiesto en el estudio de Denis Collins (The vocal canons of Fernando Sor) a través del análisis de tres de sus cánones.
Siete estudios se ocupan de diferentes aspectos de la música para guitarra. Se reproduce el artículo de David Buch (Two likely sources for Sor’s Variations on a theme of Mozart, op. 9) en el que se señala la más que posible fuente utilizada por Sor para sus conocidas variaciones, un trabajo que ya fue publicado previamente en el número 53 (Spring 1983) de la revista Guitar Review. Entre el resto de los estudios de esta sección hay una cierta diferencia de nivel. Mientras que el de Julio Gimeno (Los armónicos en las obras para guitarra de Fernando Sor) es, sin duda, el trabajo más completo e interesante escrito hasta el momento sobre esta faceta de la música de Sor, y los dedicados al análisis de tres de las formas empleadas por Sor en su música para guitarra podrían considerarse de primera línea —las variaciones estudiadas por Paul Sparks (The guitar variations of Fernando Sor), las fantasías por Tom Schuttenhelm (The use of listening strategies in the fantasias, not in variation form, of Fernando Sor) y las sonatas por Stanley Yates (Sor’s guitar sonatas: Form and style), uno de los mejores estudios del libro— no ocurre lo mismo con los restantes. Walter Aaron Clark (Fernando Sor’s guitar studies, lessons, and exercises, op. 6, 29, 31, and 35, and the London pianoforte school) estudia la posible relación entre las obras didácticas de Sor y las de la escuela londinense de pianoforte, aunque no puede concluir que existiera un nexo claro o influencia constatable. Por otro lado, la mayoría de los comentarios y reflexiones sobre estas obras podrían muy bien ser realizadas sin esfuerzo por el estudioso o el concertista que tuviera a la vista las fuentes. El trabajo de Marco Riboni (Fernando Sor e il Méthode pour la guitare) tiene también su interés, porque aporta ideas y reflexiones que ayudan a analizar y entender el texto y los planteamientos de Sor, pero tal vez no llegue del todo a conseguir el objetivo de dar una idea clara de lo que contiene y supone el Méthode a aquél lector que lo desconozca. Nuestra impresión es que este trabajo será de mucha más utilidad a aquellos interesados en la música de Sor que ya hayan hecho al menos una lectura previa del texto del Méthode y conserven a mano una copia del mismo.
Tres estudios tratan sobre la música para tecla. Jennifer Thorp (Sor’s music for the ballroom and its social context) analiza y comenta el entorno social de la música que Sor escribió para los salones de danza durante su estancia en Londres. Jonathan Bellman (Sor’s music for piano, four hands), al tiempo que nos deja entrever la visión comercial de Sor, estudia esta música a cuatro manos y destaca el carácter no profesional de sus destinatarios. Josep María Roger (La obra para fortepiano solo de Fernando Sor) se ocupa de estudiar el resto de la música pianística de Sor. El lector que acceda a estos dos últimos estudios podría quedar algo pensativo pues mientras que Roger entiende que la escritura pianística de Sor se fundamenta “en su conocimiento de la guitarra y este hecho se caracteriza, en general, por la escasa utilización de los graves del instrumento”, Bellman opina que Sor tiene “a good sense of idiomatic writing for the piano”.
Los dos últimos estudios del libro están dedicados a la organología. Bruno Marlat (Fernando Sor et la lutherie de son temps: Une étude organologique), tomando en la mayoría de los casos como punto de partida los instrumentos y constructores que Sor menciona en su Méthode, da un interesante repaso a las guitarras construidas en España, Francia, Italia, Londres y Viena entre 1760 y 1835, un periodo que viene a coincidir aproximadamente con la vida de Sor. El estudio incluye dieciséis fotografías de guitarras. Es de lamentar que éstas aparezcan en un tamaño próximo a la miniatura. También agradecería el lector un mayor tamaño en las ilustraciones del trabajo de Eusebio Rioja (Datos sobre los guitarreros malagueños apreciados por Sor). Rioja estudia los guitarreros malagueños aludidos por Sor o relacionados con éste.
Finalmente es necesario hacer mención del único aspecto de los Estudios sobre Fernando Sor que podría considerarse negativo. El proceso de corrección de errores ha sido tan nefasto que se podría pensar que no ha existido. Numerosas faltas de formato, erratas, líneas repetidas y algún problema ortográfico. Sin que en ningún momento impidan la correcta comprensión y discurso del texto en este magnífico libro, tales errores en el número que se presentan no tendrían que haberse producido en una obra de esta envergadura. Confiamos en que quedarán subsanados en próximas ediciones.
Luis Briso de Montiano y Ruiz de la Sierra
Reseña aparecida en el número 5 (mayo de 2007) de la revista Hispanica Lyra, publicación de la Sociedad de la Vihuela
Publicado en FernandoSor.es el 1 de enero de 2014
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